Aprendiendo a olvidar

Gastada por los filos implacables del tiempo y las heridas invisibles del Alzheimer, la demencia y la esclerosis, Consuelo, prisionera de la soledad doméstica que la oprime cual mordaza, reúne el coraje para levar anclas y partir.
En los confines de Taiwán, entre montañas que se disuelven en la niebla y templos que susurran al viento, no solo descubre paisajes y gentes. Allí, en el límite del mundo, donde lo cotidiano se transmuta en aventura, emprende la travesía para recobrar las migajas del tiempo perdido y aprender, con firmeza y dignidad, el solemne arte de olvidar.