Desde Dominicana Con Amor De Cristo

Un ojo se pos sobre el soldado de sonrisa llana, de efusivo trato, de palabra compromisaria. Los cielos lo hicieron suyo, todo se hizo para tallarlo, pero su Voz era libre, tan libre como su mirada, tan bella como su infantil sonrisa. Se equivocan los que creen que callarn la Voz del soldado, aparece siempre como un relmpago, como las aves como los ros, tendrn que arrebatarles el cielo para que no continen su vuelo, tendrn que desaparecer las montaas para que no corran sus aguas. Tendremos que vivir sin corazn para que jams ni nunca lo escuchemos, est presente en nuestros sueos, en nuestras lgrimas, es la voz del soldado, del cantor apasionado. Sediento de amor an est su alma, pero su Voz sigue dando forma a nuestras luchas, es perfecta la Voz del soldado. Sonido sagrado como el silencio de las cordilleras, como el verbo de las noches, como la palabra de los das. Es libre la Voz del soldado, an lo escucho en la soledad, ausente de acentos, sin sinfonas ni aplausos, solo con mi conciencia, sigo escuchando la fuerza de su verbo, en la infinitud de mis latidos, en el vaco, en la nada, ah se revela la Voz libre y amadora del soldado. Serena recorre su Patria amada.