El Hombre Llamado Bowdry

Lo que algunos críticos tienen que decir sobre el escritor Van Holt:
"Hazte a un lado Louis L'Amour, otro gran escritor occidental está aquí ..." --Heather
"Tenía la sensación de que Van Holt ... en realidad podría ser el sucesor de Zane Gray, un maestro de escritores de historias del oeste, cuyas novelas marcaron el estilo de una generación".
"Van Holt es el rey de los oestes infernales ..." --Rarebird1
EL HOMBRE LLAMADO BOWDRY
No se sabe mucho sobre el hombre llamado Bowdry. Los hechos desnudos son los siguientes.
En algún momento alrededor de 1880 cabalgó en Gray Buttes, Nevada, una ciudad olvidada durante mucho tiempo, se quedó por un tiempo en la cabaña Pollard en las colinas y, después de que el anciano fuera asesinado, hizo una guerra implacable contra el equipo vecino de 3-Bar que se ejecutó por el clan Wadley, conocidos ladrones y asesinos. Luego desapareció, para no ser visto más, ni nunca más se supo de él.
Era el único que sabía cómo tantos hombres se quedaron muertos en las colinas pobladas de rocas alrededor de la vieja choza de Pollard, y nunca se lo contó a nadie, a menos que fuera la hermosa y pelirroja mujer llamada Lucy Reardon.
Hubo quienes dudaron si su verdadero nombre era Bowdry. Algunos incluso sospechaban que él era realmente el hijo perdido del anciano Pollard y que su nombre era Will Pollard, un misterioso pistolero que deambulaba por el oeste antiguo. Pero antes de que apareciera el extraño nunca se le había ocurrido a nadie que el viejo Pollard podría tener un hijo, y la mayoría se hubiera reído de la idea de que estuviera relacionado de alguna manera con el legendario pistolero que tenía el mismo apellido.
Nadie sabía mucho sobre el viejo. Nadie siquiera sabía cuál era su nombre. La gente de Gray Buttes simplemente lo llamaba Pollard o Pollard, y sonreía con cierta condescendencia cuando lo mencionaban.
Advertencia: leer una historia del oeste viejo de Van Holt se puede hacer que se quiere montarse a caballo y cazar a algunos tipos malos en el Viejo Oeste. Por supuesto, la forma más fácil y divertida de hacerlo es vicariamente, leyendo otro historia del oeste de Van Holt. Van Holt escribe las historias del oeste de la manera en que deben ser escritos.