El ocano que nos separa

Puede el profesor de surf del Hotel Paradiso poner freno a lo que siente por su joven alumna? O es que, tal vez, ni se lo plantea?

MEGAN
Mi controladora madre me ha obligado a venir de vacaciones con ella para alejarme de un problema.
Jamás me había planteado aprender a hacer surf. Hasta que vi al profesor, claro.
Max es mayor que yo, australiano, guapísimo y obsesionado con protegerme de…¡no sé muy bien qué!
Y yo dispuesta, por primera vez, a dejarme cuidar.

MAX
Que quede claro: jamás me había fijado en mis alumnas. Hasta que Megan llegó a mi clase.
Y por si no arriesgaba mi trabajo lo suficiente, resulta que solo tiene diecinueve años.
Es perfecta, misteriosa y sin ninguna experiencia con los hombres.
Su madre me ha pedido que la vigile con discreción. No puede contactar con el mundo exterior.
Qué has hecho, Megan?
Vas a dejar que te proteja... incluso de tu propia madre?