Hechos de palabra

Hacer un festival de poesía se ha convertido en unas de más grandes pasiones de mi vida. Cuando comenzamos esta labor, vivíamos poseídos por el sentido del deber autoimpuesto. Un festival de poesía puede salvar al mundo, y esta es nuestra manera de detener el catastrófico final de un planeta de autómatas pegados al celular y cuya mayor aspiración de conocimientos es depender de la inteligencia artificial para responder las grandes interrogantes de la vida.
Este libro recoge solo una de las huellas más profundas del festival, un testimonio de los actos de instalación que poco a poco se han convertido en un esperado encuentro de amigos, pero también un momento para reflexionar sobre la pasión de leer y escribir poemas, sobre el compromiso vital de nuestros escritores con la verdad contenida en el poema y la disforia entre la realidad de los poderosos, y el poder para transformar la sociedad que tienen los poetas.
Las voces de Jesús Ángel Semprún Parra, Carlos Ildemar Pérez, Víctor Fuenmayor Ruiz, Lilia Boscán de Lombardi, Tito Núñez Silva y mi propia voz, se presenta en este libro como una revisión de lo que somos. Los poetas que hemos recogido en este libro, coinciden en la irreverencia y la necesidad de definir su entorno con la palabra, a través de la libertad que esta le ofrece.
La décima edición del Festival de Poesía de Maracaibo es una fiesta en muchos sentidos, pero también es un hito cultural, ya que este es un evento organizado desde la sociedad civil, en la mayoría de los casos en resistencia a los políticos de turno, quienes hicieron lo posible por evitar que el Festival se desarrollara. Llegar a la décima edición, con perspectivas de seguir haciéndolo quince ediciones más, es un record en la historia cultural de nuestra región donde el bozal de arepa, el nepotismo y el amiguismo arruinan cualquier intento de desarrollar proyectos culturales cuyo genuino intereses sea el progreso de nuestra sociedad y no el de una rosca.
>Luis Perozo Cervantes
Presidente de la A.C. Movimiento Poético de Maracaibo
3 de septiembre de 2024