Polvos de fuego

Paraíso era un pueblo aferrado tercamente a las viejas costumbres y divorciado del mundo, hasta que una avioneta con un alijo de droga se estrella en la playa y desata una ola de asesinatos. Confabulado con el cura, el cartero, las putas y otros, el patriarca don Anselmo Montero declara la guerra a los asesinos. A falta de heredero, obsesionado por el temor de que se extinga para siempre su apellido, don Anselmo vive atormentado por enigmáticas pesadillas. Una insondable percepción interna que ya de niño lo había turbado reapareció otra vez al final de sus sueños… Escuchó la descarga cerrada de fusilería y el silbido de las balas. Vio de nuevo doblarse aquel cuello como una espiga y caer la cabeza irreconocible... Inesperadamente, descubre que el misterio que lo persiguió toda su vida guarda relación con los crímenes.