Soy tu ngel guardin

Dicen que un aula es un laboratorio de ensayos para la vida laboral, aunque, fiel a mi estilo pesimista, creo que el mundo universitario tiene una fuerte complejidad no disertada en el sílabo. Entonces me permito preguntar: Esa premisa sirve también para el amor? Puede uno trasladar la misma ingenuidad del amor escolar, al estresante vaivén del trabajo de oficina?

Hagamos un resumen de este embrollo: Luis, un joven profesor de literatura, estudiante de leyes y sin ninguna experiencia en el ámbito jurídico, dimite a su trabajo para cumplir con las pasantías exigidas por su carrera. Luego de una entrevista un poco accidentada, es aceptado en la Secretaría de Asuntos Penitenciarios como asistente de la abogada Isabel. Ella es una mujer joven, con envidiable inteligencia, perfeccionista y de carácter explosivo, que suele trabajar a un ritmo frenético.

Aunque la personalidad soñadora del pasante contrasta con la madurez profesional de su jefa, consiguen resultados extraordinarios en poco tiempo. Pero los matices pasan de azules a rosas cuando el pasante se entera que solo hay dos años de diferencia entre ellos. A partir de ahí, los enredos profesionales y las muestras de amor disfrazadas de cortesía, se volverán una rutina para el aprendiz de poeta. Por cuestiones políticas, Isabel debe abandonar su cargo, y Luis, triste por la noticia, decide revelarle su amor porque ya no tiene nada que perder...

Están intrigados por saber qué sucedió? Probablemente se sientan identificados con los protagonistas.