Testimonio de una enfermedad desconocida

Y era lo que nadie crea:Es un testimonio novelado que nada a crontacorriente en una poca en que el pesimismo ha legitimado el imperio de la derrota. Es moneda comn que los personajes de la novela actual sean una secta de rprobos irremediables, presos que ensayan infructuosamente su escapatoria ante los tentculos del miedo. Ya parece no haber conflicto en la mayora de los casos: se asume con resignacin pusilnime el destino cruel, la adversidad. Pero donde sobran esta suerte de propuestas declinantes, faltan testimonios que con su fuerza vital nos muestren la verdadera grandeza del conflicto humano, el ejercicio de confrontacin de que todo ser humano que no ha perdido la dignidad es capaz. Y era lo que nadie crea opta por esta segunda manera de participar en el mundo. Porque la novela no es una reinvencin ni una forma de construir realidades paralelas con las que rehuir la nuestra, sino una forma de participacin en esta realidad, que ataca y duele, pero que tambin nos ensea a resistir y trascender. Agotados como estamos del discurso pesimista, leer esta primera entrega de Rose Marie Tapia nos replantea la forma de mirar y de existir.Diagnstico: N. P. I.Rose Marie Tapia, en "Diagnstico: N. P. I.", nos lleva de la mano por un testimonio literario que abarca las diversas fases de un padecimiento que puede verse desde la esquina de la enfermedad misma, o desde ese ngulo en el que se cobijan los llamados a procurar salud, los mdicos, quienes con mayores o menores aciertos intentan abrir un camino de sanacin para el paciente.Novela vivencial, a ratos dolorosa, siempre cercana y sorprendente, gran parte de su mrito radica en que se alza sobre un entramado iluminado con humor y esperanza, difcil de esperar en un tema que mantiene a la protagonista orillada casi siempre al dolor y a la incertidumbre. No es una crtica a la praxis mdica, pero bien podra serlo en ciertos casos; no es un tratado de medicina alternativa, pero aqu encontraremos las bases sobre las que se han erigido desde siempre los edificios de la sanacin espiritual; no es una diatriba contra los frmacos, pero bien podra ser una advertencia contra su mal uso.