¡Ya Sé Quién Soy!: Calmar mi alma me ha traído la paz

La madurez de todas las experiencias vividas le permiten a Luca tomar las riendas de su vida, empezar a decidir por su bien, pero siempre desde el corazón. Gracias a los errores cometidos en el pasado descubre lo que es mejor para él, y lo que no.

El sentimiento que siente por ella es de libertad total, como en todo amor puro. Practican sexo una y otra vez, pero tanto él como ella saben que eso no solo es follar con alguien, sino más bien tocar el alma del otro; entrar en un mundo donde ninguno de los dos había estado, ni sabía que existía.

Durante el transcurso del libro una pregunta irrumpe con fuerza en su mente Quién soy yo? Un fin de semana decide hablar con sus padres para haber si le pueden ayudar a comprender el origen de sus dudas interiores. Esa misma tarde en el cementerio donde están sus abuelos percibe la mirada de alguien. Esa persona le va a ayudar mucho más que ninguna. Porque Luca se va a atrever a entender la verdad, a aceptarla, a enfrentarse a ella. En definitiva, el protagonista quiere romper con la maldición del pasado, y afrontar sus miedos más profundos por encima de cualquier cosa, e de incluso, de él mismo.

El placer es mucho mejor cuando es compartido. Tal vez creas que compartir es una palabra que abarca a más de dos personas, pero yo solo quería que pensaras en ti mismo, porque la imaginación puede trasladarte a sitios que nunca hubieras supuesto que existían.

Tienes ganas de saber cómo te puedes sentir con el roce de dos cuerpos?

¡Pues aquí dentro, lo vas a sentir! Te vienes conmigo?